lunes, 29 de abril de 2013

3 años

La última palabra que me dijo mi papá en esta vida fue "felicidades".

Era día de mi cumpleaños y nos estábamos despidiendo. Su mano derecha pasó por su cabello y esbozó una sonrisa al mismo tiempo que pronunciaba: "felicidades". Yo dije "gracias" y salí del lugar.

Es realmente difícil recordar ese día, porque me golpea una sensación de vacío en todo mi cuerpo, una sensación de adrenalina hace que mi corazón lata más fuerte y genera una especie de vértigo. Vértigo en un cuerpo vacío.

Pero cuando recuerdo esa última palabra, pareciera que me la regaló para que me diera cuenta que él estaría siempre en mi porvenir. "Felicidades", fue también su manera de comprometerme a ver mi vida de manera optimista y seguir luchando por lo que creo.

Tres años han pasado ya. No quiero volver a vivir otro día como ese.

Guardar silencio

Aquello que nos hace sentir nosotros mismos, eso que agregamos a nuestro ser para definir nuestra personalidad, es lo que regularmente nos apasiona.Con vehemencia lo anunciamos al mundo y también con vehemencia lo defendemos.

Sentimos una gran necesidad de expresar quiénes somos y ya no bastan las charlas de café o reuniones  para tal efecto, ahora tenemos redes sociales con nuestros perfiles personales donde tenemos libertad para poner lo que se nos antoje.

Pero.... y aquí va el gran pero, ¿qué pasa cuando alguien no opina de la misma manera en un tema indiscutiblemente importante para nosotros?, empiezan los debates, los demás pueden ver la conversación y opinar, defender tal o cual punto de vista, mencionar otros aspectos que no se habían tomado en cuenta y no faltan los que no saben algo del bendito asunto pero agregan algo, total que hasta las amistades se andan perdiendo....

Califíquenlo de la manera que ustedes consideren, pero había decidido hace tiempo dejar de opinar y guardar silencio (no escribiendo). La parte buena de esto es que aprendí que todos somos diferentes y es tan válido que alguien se interese por las noticias como que alguien más sólo quiera publicar memes en su perfil. La parte no tan buena es que no hay con quien disertar las ideas propias.

De vez en cuando se me olvida "guardar silencio" y se me barre alguna que otra opinión, pero supongo también es otra forma en que sigo aprendiendo.

domingo, 28 de abril de 2013

¿Cómo la gente hace amigos?

Sin afán de herir susceptibilidades, escribiré este post, en un intento de explicar lo complicado que resulta para mí comprender cómo socializa la gente; no es crítica, sólo mis sentires.

Es verdad. Recuerdo que desde secundaria me costaba trabajo entender los gustos de los compañeros. Y en serio, llegaba al punto de no tolerarlos.

En la prepa comencé a vivir esta onda de los populares y los no populares. Por supuesto, yo era de los segundos. Me gustaba más leer libros y compartir con una querida amiga. ¿Salir a pasear, al centro, a otro lugar? casi nunca. Soñaba con tener un novio intelectual que compartiera mi gusto por los libros, me llevara a los museos y  aprender juntos.... sueños guajiros de bachiller...

En la universidad... pues conocí a mis alter ego y como diría mi mamá: a mis espejos. Más difícil aún hacer amigos, salir a fiestas (incluso, ser invitada a fiestas). Me encantaba aprender, podía cuestionar a los maestros en cada clase con tal de sacarles más información. Eso me costó el título de "la más barbera de la generación".

Y finalmente, a mis 31 años, no sé qué habilidades me faltaron desarrollar desde niña o algo así, porque tengo serios problemas para enrolarme y divertirme en prácticas sociales tipo fiestas, antros, agregar gente a facebook, pedirles sus números teléfónicos, ya saben, aquello que pudiera traspasar una barrera.

Así que me cuestiono, ¿cómo la gente hace amigos?

Por fortuna, tengo amig@s que me han aceptado tal como soy, y a quienes agradezco con el corazón la amistad de años, ¡mi gratitud por estar!

jueves, 25 de abril de 2013

Aprendiendo a poner límites

Hace años ya que en terapia supe que debía empezar a poner límites con las personas que me rodean.

Podrán imagir que pasé mucho tiempo analizando cómo eran mis relaciones y con quiénes debía poner qué tipo de límites. Es más, a veces sigo con eso de alguna manera, pero hace unos meses comenzó una confusión:

Con mis amistades y familiares, ¿qué pasa si confundo los retos de mi crecimiento personal?, es decir, ¿con tal amiga debo ser paciente, amorosa y gentil, o debería poner un límite?

Luego de pensarlo, llegué a la conclusión de que yo sí sé poner límites, pero existen aquellos que no respetan, ni comprenden los límites. ¿Les ha pasado? He llegado a creer que algunos necesitan una demostración de grosería para comprenderlos....

Pensándolo bien, es posible que ese precisamente sea mi reto:  a pesar de todo, ser amable ;)

domingo, 14 de abril de 2013

Exceso de bendiciones

¿Han  visto cómo hay personas que parece que tienen exceso de bendiciones?

Sí, lo tienen todo. Son favoritos de Dios, mientras que hay otros que parecen olvidados de Él.

Me pregunto qué es lo que hace que esto suceda, ¿cuál será la verdad detrás de estas bendiciones? a veces pienso que es cuestión de dharma-karma, otras tan sólo suerte, o los aprendizajes que debes tener en cada encarnación... ¿Cómo obtenerlas?, ¿a través de la PNL, de la religión, del estudio, de la conciencia?...


En cualquier caso, se corre el riesgo de ver la pobreza, la marginación y todas aquellas experiencias terribles de manera justificada. Y eso no me gusta, ni me convence.

Aún con eso, debo decir que creo en la trasformación. Creo en el cambio y que ese exceso de bendiciones puede tenerlo cualquiera.


Lo personal y lo no personal

Hay un libro de Miguel Ruiz llamado "Los 4 Acuerdos", donde habla acerca cómo la gente supone cosas y se las toma personales.

Intuyo que el personal de donde trabajo, ha leído este libro, porque cada vez que hago una observación, me dicen: "no supongas", y cuando corrijo algo, con mucha seguridad indican: "te lo estás tomando personal".

Que yo sepa, los humanos, con las experiencias de vida, los conocimientos y aprendizajes, vamos construyendo una noción de la realidad, que nos permite interpretala, transformarla, gracias a la articulación de todo aquello que nos permite SER, así que lo personal y lo no personal es una idea obsoleta que muchos piscólogos ya han afirmado.

Con la familia, con los amigos, en el trabajo, todo y nada es personal.

PD Y que Miguel Ruiz reescriba su libro para hacer la respectiva corrección, jeje.