sábado, 25 de mayo de 2013

¿Investigar al ser o a la mujer?

No soy letrada en el tema, pero tuve alguna información que me permitió hilar ideas y pensar que los estudios de género desde hace algunos pocos años están enfocándose en estudiar a los seres humanos, sin ponerles necesariamente la etiqueta de "femenino" o "masculino".

Supongo que los investigadores vieron que desde el XIX, con el feminismo, comenzó una  lucha porque la sociedad voltease hacia las condiciones de las mujeres, por siglos invisibilizadas. Más adelante, se acusó a las feministas de ser recalcitrantemente machistas y otras controversias que obligaron a la teoría a dar un giro, derivando en lo que ahora conocemos como "estudios de género"; éstos también consideraron incluir la causa homosexual y toda la comunidad lésbico-gay-bisexual-transgénero-transexual , debido a que las preferencias sexuales y estilos de vida no tendrían por qué ser motivo de discriminación o rechazo social.

Todo lo anterior, para justificar lo que afirmé en el primer párrafo: el estudio de los seres humanos como tales, y no con las únicas etiquetas de femenino=mujer, masculino=hombre. Muy bien. Qué bueno que ahora puede ser así. No sólo eso, sino que se están ampliando las miradas para construir nuevas formas de estudio de la humanidad, siendo inclusivos con todas las causas.

¿Qué hace al ser humano serlo? El lenguaje, el pensamiento, la comunicación, el habitus...

Sin embargo, por más esfuerzos que los investigadores realizan, yo me quedo insatisfecha: ¿cuándo se atenderá la injusticia, la marginación, la pobreza, la equidad e igualdad en la educación?, ¿por qué las causas y los estudios de género no han impactado en la transformación social?

Disculpen ustedes, no estoy en contra de nadie, pero, ¿no deberíamos regresar la mirada a lo esencial?, ¿cuidar a los niños y a las niñas, a las mujeres que siguen siendo soporte de la sociedad y la conducen bajo la desigualdad y la injusticia, y lo que es peor, en inconciencia?

viernes, 10 de mayo de 2013

El regalo de José María

Cargué por primera vez a José María cuando tenía 4 días de nacido. Estaba en cuna térmica en la clínica y las enfermeras lo sacaron y me lo dieron por unos minutos. En cuanto estuvo en mis brazos,  entornó sus ojos, pensativo; luego de un momento, los abrió por completo y no dejó de verme. Una enfermera dijo: "ya reconoció su olor". Fue mágico.

Luego de eso, no había podido percibir nuevamente que él sabe que soy su mamá y que me ama, hasta hoy. Claro, muchos pueden decir: ¡por supuesto que sabe que eres su madre! El asunto es que José María tiene fortaleza, una valentía serena característica de su personalidad, que le da un aire de poca expresividad.

En la mañana de este 10 de mayo llegaron mi mamá y mi hermana con su bebé de 4 semanas, yo le dije a mi mamá que me ayudara con José María para cargar a mi sobrino; en el acto, mi hijo soltó un llanto incontrolable, que paró hasta que lo volví a sostener.

Fue mi regalo del día de las madres: una evidente muestra de que mi hijo me ama!

PD Aclaro que no me gustó verlo llorar, ni hacerlo sentir relegado, sino darme cuenta de su amor. :)

Some traditions need to be broken

I just read this phrase today on the internet, and I thought that is so right!

I mean, roots help to be who you are, they build yourself, working like a guide in your life, but, at the same time, we all have to change some day, evolve those traditions.

That mabye bothers, or offends some people, who expect you be the same forever.

I rembember sundays meetings with all family, I attended them for 26 years. Now is complicated keep on doing it, or make a journey to see them when you only have a day for rest.

Family or friends at first can not get it, but changes can be inevitable.

And I want to make it clear that I love them all, I really enjoy when we see each others!



miércoles, 1 de mayo de 2013

Conversaciones matrimoniales



Él: ¿Qué quieres de regalo para el día de la madre?

Ella: Nada

Él: ¿No quieres una cazuelita para hacer huevos estrellados?

Ella: Jajajajaja, no. Eso lo quieres tú. Ese será tu regalo del día del padre.

Él: ¡Uh!, ¡Qué aguada!

(Risas)