Aquello que nos hace sentir nosotros mismos, eso que agregamos a nuestro ser para definir nuestra personalidad, es lo que regularmente nos apasiona.Con vehemencia lo anunciamos al mundo y también con vehemencia lo defendemos.
Sentimos una gran necesidad de expresar quiénes somos y ya no bastan las charlas de café o reuniones para tal efecto, ahora tenemos redes sociales con nuestros perfiles personales donde tenemos libertad para poner lo que se nos antoje.
Pero.... y aquí va el gran pero, ¿qué pasa cuando alguien no opina de la misma manera en un tema indiscutiblemente importante para nosotros?, empiezan los debates, los demás pueden ver la conversación y opinar, defender tal o cual punto de vista, mencionar otros aspectos que no se habían tomado en cuenta y no faltan los que no saben algo del bendito asunto pero agregan algo, total que hasta las amistades se andan perdiendo....
Califíquenlo de la manera que ustedes consideren, pero había decidido hace tiempo dejar de opinar y guardar silencio (no escribiendo). La parte buena de esto es que aprendí que todos somos diferentes y es tan válido que alguien se interese por las noticias como que alguien más sólo quiera publicar memes en su perfil. La parte no tan buena es que no hay con quien disertar las ideas propias.
De vez en cuando se me olvida "guardar silencio" y se me barre alguna que otra opinión, pero supongo también es otra forma en que sigo aprendiendo.
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