sábado, 16 de febrero de 2013

De sabios y disciplinas

Desde siempre, los seres humanos hemos seguido a figuras a las que llamamos maestros o sabios, nos convertimos en sus discípulos y aprendemos de ellos conocimientos que nos validan en algún campo o área, logrando incluso el título de la maestría. Acorde a los tiempos, también esos maestros han cambiado, los discípulos, los títulos, así como los sistemas de estudio y educación.

Escribo sobre eso porque, en mi caso, siento que sé un poco de todo y al mismo tiempo nada.

Un novio que tuve en la licenciatura, me dijo: "tú quieres saber de todo", como si fuera algo negativo.

Un profesor que andaba por ahí y lo escuchó, me dijo: "está bien querer saber de todo".

Saber de todo quizás es o fue una tendencia, porque luego supe que no era tan importante el saber, sino percibir.

¿De qué sirve leer y tener tanta información si no se puede percibir y actuar conforme esa percepción individual que nos permite actuar y aprender? Claro, que a eso también se aprende...

Y así he danzando en varias disciplinas.

Ahora pienso, ¿qué sé?, ¿en qué soy especialista?

Y no logro responderme...


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